La actual iglesia de Santa María es lo único que queda del viejo monasterio que ya funcionaba en el año 930 como ha testimoniado la documentación conservada. Posiblemente sus comienzos fueron anteriores, quizás en los siglos VIII o IX, cuando la repoblación en estas montañas lebaniegas estaba iniciándose. De la construcción románica destaca la arquería sobre la puerta principal, con las imágenes de S. Pedro y S. Pablo.